Asamblea constituyente chile 2021

Nueva Constitución de Chile
Un tema que estará en el centro del debate de la asamblea es el estatus que tendrán los "derechos sociales" en la nueva constitución. La cuestión más debatida a este respecto es si tales derechos deben ser directamente exigibles. A pesar de la distancia en el tiempo, el espacio y la cultura, la redacción de la nueva constitución chilena puede aprender importantes lecciones de las constituciones alemanas de 1919 y 1949 en este ámbito. El contraste entre ambas sugiere que el éxito a largo plazo de la nueva constitución chilena dependerá menos de la legitimidad de su origen y de las promesas contenidas en su texto, y más de la aceptación social de las soluciones reales a las que se llegue en virtud de ella. Así, la asamblea deberá tener cuidado de no hacer promesas asistenciales que no pueda cumplir, mientras que las élites políticas deberán estar dispuestas a cumplir el nuevo pacto social que surgirá de ella, aunque no sea judicialmente exigible.
En América Latina, la República de Weimar es más conocida por su infame final, que por su problemático origen. Similar a la nueva constitución chilena, la Constitución de Weimar de 1919 fue redactada por una asamblea constituyente convocada como solución política a una crisis social y política masiva, en ese caso, la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, la convocatoria de la asamblea no impidió que el malestar se convirtiera en violencia abierta entre facciones políticas enfrentadas con visiones opuestas para el Estado de posguerra.
Referéndum chile
Estos deberían ser tiempos felices para Chile. Tres décadas de gobierno democrático han fomentado el desarrollo y reducido la pobreza, y las expectativas son altas ahora que una nueva generación se prepara para sustituir a la vieja guardia política. El 11 de marzo, el ex líder estudiantil Gabriel Boric, de 36 años, será investido Presidente. Por si fuera poco, a finales de año debería haber una nueva Constitución, siempre que el texto que está redactando una convención constitucional sea aprobado en un plebiscito nacional.
Las deliberaciones sobre el documento, que comenzaron en julio de 2021, han entrado en una fase crítica, con algunos artículos clave ya aprobados y otros llegando al pleno para su consideración. Mientras lo hacen, ha quedado cada vez más claro que el espíritu fundacional de la convención representa un riesgo para la gobernabilidad chilena.
El meollo de la cuestión es que la mayoría de los convencionales creen que Chile necesita un cambio drástico. En lugar de empezar por revisar las constituciones anteriores y la historia constitucional nacional para decidir qué mantener y qué descartar, la convención optó por redactar su documento a partir de una hoja en blanco. Muchos miembros de la convención están decididos a que nada de la constitución actual -aprobada bajo el régimen militar pero modificada casi 50 veces tras la restauración de la democracia- esté presente en la próxima.
Constitución de Chile 1980
Como comentamos en nuestra última Nota sobre Chile, para muchos, el proceso de reforma constitucional y la elección de Gabriel Boric como Presidente representan una oportunidad para remodelar las estructuras políticas, económicas y sociales de Chile mediante el aumento de la inversión social y la protección del medio ambiente. Sin embargo, para otros (incluidos los inversores extranjeros), este periodo de incertidumbre ha desencadenado una gran preocupación sobre el futuro de hacer negocios en el país.
La Asamblea Constituyente chilena ha estado considerando diferentes propuestas de sus comisiones temáticas, y algunas de ellas forman parte ahora del borrador final de la nueva Constitución. A continuación analizamos las que son clave para las inversiones extranjeras y los próximos pasos en el proceso de reescritura constitucional.
La Asamblea Constituyente chilena (elegida el 16 de mayo de 2021) concluyó su mandato el 28 de junio de 2022, cuando aprobó un borrador final de la potencial nueva Constitución de Chile, que será presentado al Presidente Boric el 4 de julio de 2022. Tras la publicación del primer borrador el 14 de mayo de 2022, y después de diez meses de intenso debate, la Comisión de Armonización revisó el texto propuesto para evitar repeticiones y asegurar la consistencia y coherencia del texto: una tarea significativa dadas las cerca de 500 disposiciones que contenía el primer borrador. Al aprobar el borrador final, la Convención Constitucional cumplió su plazo del 5 de julio: si el texto no se hubiera aprobado para entonces, el proceso de reescritura constitucional habría terminado.
Parlamento de Chile
La Constitución propuesta, que había enfrentado "intensas críticas por ser demasiado larga, demasiado izquierdista y demasiado radical",[4] fue rechazada por un margen de 62% a 38% en el plebiscito nacional chileno de 2022[5][6].
Según el senador Jaime Quintana (PPD), el término "Convención Constituyente" se acuñó durante la redacción del "Acuerdo por la paz social y la Nueva Constitución" el 14 de noviembre de 2019; esa tarde recibió una comunicación de Mario Desbordes, entonces presidente de Renovación Nacional (RN), en la que solicitaba que la instancia que redactara la nueva Constitución Política no se llamara "Asamblea Constituyente" para facilitar la aprobación del acuerdo por parte de políticos de derecha[7].
Según varios académicos, como Claudia Heiss y Francisco Soto, el concepto de "Convención Constituyente" sería equivalente al de "Asamblea Constituyente", en la medida en que su funcionamiento y composición serían los mismos, y ambos corresponden a órganos colegiados que redactan una Constitución. [8] El abogado Leonel Sánchez señala que la definición de ambos conceptos es similar, basándose en estudios del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y casos de otros países con órganos constituyentes similares[9] El académico de la Universidad de Talca, Mario Herrera, señala que no existen diferencias entre la Convención Constituyente y una Asamblea Constituyente, ya que en ambas sus miembros son elegidos por votación popular y su único objetivo es redactar una nueva Constitución Política[10].